Un año más el Ampa de las Dominicas, con la ayuda inestimable del colegio, ha celebrado el concurso de Microrrelatos en la que han participado l@s alumn@s del centro desde tercero de primaria a segundo de Bachiller.
Como siempre la temática va relacionada con el proyecto que el centro trabaja durante el curso, este año está siendo “La igualdad y el papel de la mujer en la historia”.
El fallo de los premiados ha sido realizado por Rafael Gutiérrez, presidente de la Asociación de Librerías del Principado de Asturias. Al que agradecemos su implicación en el concurso. De cada categoría se han seleccionado un ganador y dos finalistas.
o GANADORA: MARÍA ÁLVAREZ RIVAYA
o FINALISTAS: ANA NEIRA MEMBRILLO y CELIA CASTRO IGLESIAS
o FINALISTAS: CARMEN VALDIVIA y ÁLVARO MORÁN FEITO
o FINALISTAS: ALEXANDRA ISABEL RODRIGUEZ y NOELIA RODRIGUEZ TORRE
o FINALISTAS: ADRIÁN FRADE MARTÍNEZ y PAULA ZAPATERO LANDA
o FINALISTAS: ALEJANDRA LEBRÓN DÍAZ y LÍA ROMERO VALLE
Los tutores de cada curso se pondrán en contacto con los premiados para indicarles el procedimiento para recoger el premio.
Los premiados son:
1ª CATEGORÍA. 3º Y 4º PRIMARIA.
o FINALISTAS: ANA NEIRA MEMBRILLO y CELIA CASTRO IGLESIAS
2ª CATEGORÍA. 5º Y 6º PRIMARIA.
o GANADORA: THELMA RUBIO CAMPILLOSo FINALISTAS: CARMEN VALDIVIA y ÁLVARO MORÁN FEITO
3ª CATEGORÍA. 1º Y 2º ESO.
o GANADOR: ALBERTO CASTRO ÁLVAREZo FINALISTAS: ALEXANDRA ISABEL RODRIGUEZ y NOELIA RODRIGUEZ TORRE
4ª CATEGORÍA. 3º Y 4º ESO.
o GANADORA: LUA ALCARÁZ FERNÁNDEZo FINALISTAS: ADRIÁN FRADE MARTÍNEZ y PAULA ZAPATERO LANDA
5ª CATEGORÍA. 1º Y 2º BACHILLER.
o GANADORA: ELISA FERNÁNDEZ GARCÍAo FINALISTAS: ALEJANDRA LEBRÓN DÍAZ y LÍA ROMERO VALLE
Rafael Gutiérrez quiere destacar entre todos los premiados el microrrelato de Lua Alcaráz Fernández, el cual publicamos.
Desde el Ampa queremos agradecer a todos los alumn@s que han participado en el concurso por su implicación y esfuerzo. Y dar la enhorabuena a los premiados.
LA CASA PERFECTA
En la casa todo parece hermoso. Los muebles están colocados en el lugar adecuado. En las paredes lucen bonitos cuadros. Visillos de todos los colores cuelgan de las ventanas. Hay jardineras con florecillas en los balcones. Los armarios guardan multitud de prendas, menaje variado, ropa de cama y siempre hay comida sobre la mesa. En muchas ocasiones la música suena y en otras es el televisor quien da ambiente. Hay un coche a la puerta, que lleva y que trae.
Y si miras desde fuera, verás la familia perfecta. Él trabaja incansable, ella cuida los niños y la casa perfecta. El domingo va al fútbol, ella cuida los niños y la casa perfecta. Aquel martes, él va de viaje, ella cuida los niños y la casa perfecta. Reunión hasta tarde en la empresa, ella cuida los niños y la casa perfecta. Los jueves partida y cena con amigos, ella cuida los niños y la casa perfecta. “Esta tarde voy tarde”, ella cuida los niños y la casa perfecta. “No me gusta esa falda”, ella cuida los niños y la casa perfecta. “No me lleves la contraria”, ella cuida los niños y la casa perfecta.
Y en el silencio de su jaula de oro comenzó a tejer unas alas de valor infinito.
Metió en una maleta todos los miedos acumulados tras toda una vida en aquella jaula, guardó los silencios tapados con la música y las voces de fondo del televisor. Escondió en ella también todas las mentiras y las escusas que se fue poniendo a ella misma a lo largo de los años. Empujó hasta el fondo los prejuicios, los rumores y el qué dirán de todos. Quitó sus lágrimas y las puso también dentro. Y una vez que todo estaba bien metido en la maleta, la cerró con llave. Y mientras los niños dormían la tiró bien lejos.
Al salir el sol, descubrió que ya no le quedaban miedos. Cogió sus cosas y a sus niños y dejó aquella casa, para todos perfecta.
En la casa todo parece hermoso. Los muebles están colocados en el lugar adecuado. En las paredes lucen bonitos cuadros. Visillos de todos los colores cuelgan de las ventanas. Hay jardineras con florecillas en los balcones. Los armarios guardan multitud de prendas, menaje variado, ropa de cama y siempre hay comida sobre la mesa. En muchas ocasiones la música suena y en otras es el televisor quien da ambiente. Hay un coche a la puerta, que lleva y que trae.
Y si miras desde fuera, verás la familia perfecta. Él trabaja incansable, ella cuida los niños y la casa perfecta. El domingo va al fútbol, ella cuida los niños y la casa perfecta. Aquel martes, él va de viaje, ella cuida los niños y la casa perfecta. Reunión hasta tarde en la empresa, ella cuida los niños y la casa perfecta. Los jueves partida y cena con amigos, ella cuida los niños y la casa perfecta. “Esta tarde voy tarde”, ella cuida los niños y la casa perfecta. “No me gusta esa falda”, ella cuida los niños y la casa perfecta. “No me lleves la contraria”, ella cuida los niños y la casa perfecta.
Y en el silencio de su jaula de oro comenzó a tejer unas alas de valor infinito.
Metió en una maleta todos los miedos acumulados tras toda una vida en aquella jaula, guardó los silencios tapados con la música y las voces de fondo del televisor. Escondió en ella también todas las mentiras y las escusas que se fue poniendo a ella misma a lo largo de los años. Empujó hasta el fondo los prejuicios, los rumores y el qué dirán de todos. Quitó sus lágrimas y las puso también dentro. Y una vez que todo estaba bien metido en la maleta, la cerró con llave. Y mientras los niños dormían la tiró bien lejos.
Al salir el sol, descubrió que ya no le quedaban miedos. Cogió sus cosas y a sus niños y dejó aquella casa, para todos perfecta.
Lúa Alcaraz Fernández